miércoles, 15 de octubre de 2014

Otros maestros de la gubia hispalense, por Carlos Navarro Jurado

Hace ya unos días que me lo mandó, pero hasta hora no he podido leerlo adecuadamente sin ataduras ni avisos extraños de última hora. Nuevamente, Carlos Navarro nos habla de los escultores de Sevilla, esta vez, en ámbito general, sin separarlos como anteriormente. Aquí os lo dejo:

"Para finalizar este breve recorrido sobre la escultura barroca en la Semana Santa de Sevilla, me centraré en esta última entrada dedicada a ello, a comentar otras grandes obras de otros grandes maestros de la gubia sevillana. 

En esta ocasión empezaré con la figura del imaginero utrerano Francisco Ruíz Gijón autor de varias obras maestras como el Santísimo Cristo de la Expiración, titular de la Hermandad de El Cachorro, la canastilla del paso de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, o la que para muchos cofrades de la ciudad de Sevilla es la mejor imagen secundaria de la Semana Santa, como es el Cirineo de la Hermandad de San Isidoro, que procesiona junto a Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas en las tardes del Viernes Santo. 

Fuente: Cofrades Sevilla

Ruíz Gijón nace en la localidad sevillana de Utrera a mediados del siglo XVII y fallece en Sevilla en torno a 1720, ciudad donde se instala desde muy joven. A lo largo de su vida abre varios talleres por diferentes zonas de Sevilla como en el entorno de la iglesia de Santa Marina donde se cree que fue enterrado. 

El Santísimo Cristo de la Expiración o conocido simplemente como El Cachorro, es uno de los últimos grandes crucificados del barroco y representa a Cristo vivo en el instante de su muerte mirando hacia el cielo. Data del año 1682. 

Destaca de esta portentosa talla el sudario, lleno de movimiento a juzgar por los numerosos pliegues, como si estuviera sometido a una fuerte racha de viento, y que utiliza como sujeción unas cuerdas. El sudario, así mismo, se encuentra fragmentado en tres partes, un fragmento para la parte central, y los otros dos para cada costado. Su rostro nos muestra un gran expresionismo y a la vez dramatismo a lo que contribuye la boca entreabierta que muestra los dientes superiores. El tórax aparece hinchado, buscando el último aliento con los músculos tensos pudiéndosele apreciar las costillas. El cuerpo del Señor se fija a la cruz por medio de tres clavos y no lleva corona de espinas, midiendo la talla unos ciento ochenta y nueve centímetros. 

Fuente: Hermandad de El Cachorro

Según la leyenda, Ruíz Gijón, presenció una escena en una taberna del barrio de Triana donde un gitano apodado como “el Cachorro” fue apuñalado por otra persona resultando muerto a los pocos instantes. Al parecer el imaginero quedó muy impresionado y plasmó sus últimos instantes de vida en esta talla siendo esta leyenda el posible origen del sobrenombre que recibe esta popular imagen. 

A continuación paso a comentar, más brevemente, la imagen del Cirineo de la hermandad de San Isidoro. 

Se trata de una talla de madera policromada y completa incluido los ropajes, de un gran realismo que Ruíz Gijón ejecutó en el año 1687. La talla aparece inclinada hacia delante con los brazos extendidos para sujetar la parte trasera de la cruz, dibujando su cuerpo una perfecta línea diagonal que se extiende desde la cabeza hasta la pierna derecha trabajada en contraposto. Su rostro así mismo nos muestra una gran expresividad con ojos muy abiertos. 

Fuente: Gente de Paz

Como ya mencioné algunas líneas arriba, también realizó la magnífica canastilla del paso del Gran Poder que data de entre las dos últimas décadas del siglo XVII, siendo la más antigua de las que procesionan en la Semana Santa y que además, servirá de modelo a otras creaciones posteriores. Esta obra presenta cuatro águilas bicéfalas en cada una de sus esquinas y cartelas donde se representan escenas pasionarias como la coronación de espinas así como otras escenas bíblicas como puede ser la del arca de Noé. 

En el año 2012, dado su mal estado de conservación, fue sometida a una restauración que corrió a cargo del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH). 

También se le atribuye la canastilla del paso de Cristo de la Hermandad de El Museo. 

Fuente: Cofrades Sevilla

Por último acabo la entrada con unas líneas dedicadas al maestro Pedro Roldán y a dos de sus muchas otras obras como son el Cristo Descendido de la Quinta Angustia y el Nazareno de la Hermandad de la O. 

Este escultor, nació en Sevilla en el año 1624, falleciendo en la misma ciudad en 1699. Fue padre de la también escultora Luisa Roldán o más conocida como la Roldana a la que se atribuye entre otras obras la imagen de la Esperanza Macarena. Además de la escultura, Roldán, también practicó la arquitectura y la pintura. Al igual que Martínez Montañés aprende el oficio de la escultura en Granada con Alonso de Mena y tras la muerte de éste regresa a Sevilla donde da clases de dibujo en una Academia de Arte fundada por Murillo. Más adelante establece su propio taller donde participarán activamente miembros de su familia y discípulos. 

Fuente: Esencias Cofrades

Entre sus grandes obras se encuentra el Cristo del Descendimiento, titular de la Hermandad de la Quinta Angustia con sede en la parroquia de la Magdalena. En este gran misterio se representa el momento en que José de Arimatea y Nicodemo, apoyados en dos escaleras, sujetan las sábanas con las que descienden el cuerpo inanimado de Cristo de la cruz. Al pie de ésta, la Virgen, San Juan y las Marías sostienen las sábanas donde han de envolver al Señor. Lo que verdaderamente impacta de este grupo escultórico es la riqueza de sonidos y movimientos donde el cuerpo de Cristo se balancea al ritmo de los costaleros. 

Fuente: Wikipedia

Otra de sus obras fue el Nazareno de la Hermandad de la O, conocido popularmente como el “Jorobaíto de Triana”. Esta imagen nos muestra a Jesús portando la cruz al hombro, con decidida actitud de caminar. Presenta una larga cabellera recogida hacia la espalda dejando visible la oreja izquierda. La barba se trabaja en grandes mechones y la cabeza se gira hacia la derecha inclinando el tronco hacia delante. De la frente parten finos hilos de sangre como consecuencia de la corona de espinas que fue labrada separadamente de la obra a diferencia de lo que ocurría con algunas obras de Juan de Mesa. Las manos se abren sobre la cruz, que es lisa y hexagonal realizada en carey y plata y similar a otras cruces como la de Jesús Nazareno del Silencio o la que porta el Cristo de las Penas de San Vicente."

Es muy buen artículo, de los mejores que he visto sobre esta temática, pero hay que hacer una atribución a Pedro Roldán, aunque sólo son indicios sin nada por confirmar, que sería el misterio completo de La Sagrada Mortaja, exceptuando la talla de Cristo, de Cristóbal Pérez en 1677, realizándose el año antes el resto del misterio, supuestamente.


Otra atribución, aunque menos sonada, siendo en esta ocasión también a Pedro Roldán y más posiblemente a su hija "La Roldana", es Nuestra Señora de la Soledad del Santo Entierro de Dos Hermanas, según estudios realizados en el pasado por Juan Manuel Miñarro. Se han dicho mil versiones sobre la posible procedencia de esta talla, incluso que si era de Pineda Calderón, pero la teoría más acertada, además por sus rasgos y porque dicho estudio está realizado por un Catedrático de Bellas Artes, es la atribución a "La Roldana", ya que la misma, además, está fechada entre el siglo XVII y XVIII, más o menos en el período de actividad de estos escultores.


En los próximos días, más artículos y entradas interesantes. Gracias por vuestras 5.000 visitas.

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