jueves, 21 de abril de 2016

Ruán en Vísperas. El Cristo de la Corona

Bueno, pues aquí os traemos la primera entrada sobre una Hermandad de Vísperas que se trata como no podía ser de otra manera de la del Cristo de la Corona, una gran Hermandad que a pesar de no procesionar entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección, es una joya siendo uno de los pocos cortejos de negro junto a Pasión y Muerte en Triana, que procesionan los días de vísperas (Viernes de Dolores y Sábado de Pasión) en la Ciudad de Sevilla. 

Aún así, no son las únicas hermandades de vísperas de este corte en la Provincia, pues entre ellas también destaca la Vera Cruz de Valencina de la Concepción, de la que ya se habló en la crónica del Viernes de Dolores del año 2014 sino recuerdo mal.

Esta Hermandad, tal y como hoy la conocemos y como casi todas las de vísperas, se fundó hace relativamente escaso tiempo si bien tiene orígenes muy remotos ya que es el resultado de una primitiva Hermandad que rendía culto al Cristo de la Corona y Cruz a Cuestas, que aunque no hay fecha exacta de su fundación, se conservan documentos escritos de la primera mitad del Siglo XIV por lo que pudo fundarse en los mismos años en que lo hizo la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla, El Silencio.

Escudo de la Hermandad

Sin embargo el culto a esta imagen de Cristo se perdió con el paso del tiempo y no fue hasta finales del pasado siglo cuando se retomó por un grupo de jóvenes cofrades en la Parroquia del Sagrario de la Catedral bajo las directrices de su párroco. Ya en los noventa comienza a realizar un via crucis dentro de la Parroquia y en 1993 será cuando por primera vez realicen un via crucis por las calles aledañas a la Catedral.

Una fecha importante para esta Corporación es el año 1995 cuando se hace como titular con la imagen gloriosa de Nuestra Señora del Rosario del Siglo XVII que procesionará en 1997 y que en la actualidad no lo hace dado su delicado estado de conservación. En 2006 la Cofradía estrena su actual paso, aún no concluido, y de diseño de Antonio Dubé de Luque del que hablaremos más abajo.

Fuente: cristocorona.blogspot.com

Para concluir con la historia de esta Hermandad, decir que 1716 es el año en que se establece en la Parroquia del Sagrario de la Catedral contando en aquella época entre su nómina de Hermanos con grandes imagineros como Pedro Roldán, de quien ya hablamos hace tiempo, o José Montes de Oca. Mantuvo una estrecha relación con la Hermandad de El Silencio, que al igual que la del Cristo de la Corona, es la otra Hermandad de la Ciudad de Sevilla, con una imagen cristífera que porta la cruz de forma inversa.

Dejando a un lado los apuntes históricos de esta Hermandad que nos ocupa, nos centraremos a continuación en la imagen que da nombre a esta Corporación, el Cristo de la Corona. Se trata de una imagen de talla completa incluida la ropa, de pequeño tamaño y que nos puede recordar por ello al Cristo de la Salud de la Hermandad de la Candelaria aunque este es posterior en el tiempo, del siglo XVII para ser exactos.

Más parecido tiene, en mi opinión, el Cristo de la Corona con el Nazareno de El Silencio de Carmona obra de Francisco de Ocampo, que aunque también posterior en el tiempo, se aproxima más que el de la Candelaria a la fecha de ejecución de la imagen que nos ocupa que fue ejecutada en el siglo XVI en estilo renacentista por autor desconocido.

El Silencio de Carmona. Pasión y Gubia

Los Ocampo, algunos de los cuales, también fueron hermanos de esta cofradía, son otra gran saga de imagineros a quienes les debemos entre otras imágenes a Jesús Nazareno de El Silencio de Sevilla (atribución), el Crucificado de El Calvario también de Sevilla o el ya citado Nazareno de El Silencio de Carmona.

Centrándonos en el titular de esta Cofradía, cabe destacar que estamos ante casi con toda seguridad con una de las tres imágenes más antiguas que hacen estación de penitencia en la Ciudad de Sevilla, (las otras dos son como sabemos el Cristo de la Vera Cruz y el Santísimo Cristo de Burgos) siendo la patrona, La Santísima Virgen de los Reyes dos o tres siglos anterior a estas tallas cristíferas y fechándose al rededor de la Reconquista de Sevilla por el Rey San Fernando. Dentro de la iconografía de Jesús con la Cruz a cuestas si estamos ante la imagen de mayor antigüedad de la Ciudad.

Como ya dijimos algunas líneas más arriba, se trata de una imagen de estilo renacentista fechada en el siglo XVI y muy alejada artísticamente del modelo barroco al que tanto estamos acostumbrados y que impusieron Martínez Montañés, Juan de Mesa o Pedro Roldán entre otros, tratándose la escultura barroca de un estilo muy detallista frente a la renacentista que es algo más esquemática sobre todo en los ropajes, que podemos apreciar mejor en los sudarios de los Crucificados, teniendo los de estilo barroco numerosos pliegues donde se acentúan los claroscuros y más esquematizados los renacentistas, en especial los de las Hermandades de Vera Cruz de Sevilla y Dos Hermanas por poner algunos ejemplos.

El Cristo de la Vera+Cruz de Dos Hermanas

El Cristo de la Vera+Cruz de Sevilla

La túnica de esta imagen, muestra sin embargo abundantes plegados encontrándose ceñida a la cintura por una soga. El Cristo de la Corona destaca por su decidida actitud de caminar acentuada por una amplia zancada. La cruz reposa sobre el hombro derecho y la cabeza se inclina por su parte hacia la izquierda, mostrándonos un rostro de sufrimiento por los martirios a los que fue sometido Cristo durante su Pasión.

Fuente: ABC de Sevilla

Para concluir con esta entrada comentaremos a continuación el paso y el cortejo de esta Hermandad.

Respecto de las andas procesionales, como ya se ha señalado, todavía no están concluidas aunque todos los años van dando pasos para finalizarlas y por lo que puede verse en algunas fotos del proyecto será un precioso conjunto para el Cristo de la Corona. El paso es de estilo renacentista, lo que hace un buen todo con la imagen de este Cristo también de ese estilo. Es diseño de Antonio Dubé de Luque, a quien también le debemos otras obras para otras hermandades como los recién estrenados faldones del misterio de la Hermandad de los Servitas cuyos diseños le corresponden aunque han sido ejecutados por otro autor.

Fuente: Gente de Paz

En el año 2010 se concluye la talla del frontal estrenándose para la Semana Santa de ese mismo año y realizada por Francisco Verdugo. De 2011 son los cuatro faroles de las esquinas, que este año 2016 han estrenado su talla.

Una vez finalizado contará con imágenes de los cuatro evangelistas en las esquinas inspirados en unos situados en la propia iglesia del Sagrario y cuatro relieves en bronce donde se podrán apreciar escenas pasionistas como la Crucifixión o el Descendimiento de Cristo. Los faldones estarán bordados por su parte frontal con el escudo Catedralicio formado por la Giralda y las azucenas. En resumen, nos encontraremos ante un gran paso que promete y mucho, algo similar aunque salvando las distancias con el de la Quinta Angustia por el empleo de un material como el bronce.


Fuente: cristocorona.blogspot.com

Si hablamos del Cortejo, este no es muy extenso, pues cuenta con algo menos de cien nazarenos. Los componentes visten túnicas de cola de ruán morado recogidas en el brazo y ceñidas al cuerpo por medio de un cinturón ancho de esparto, siendo muy parecidas a las empleadas por la Hermandad del Gran Poder de Dos Hermanas. Los nazarenos portan cirios de color tiniebla y el paso va acompañado musicalmente por un trío de capilla.




Se trata de una cofradía sobria y austera, de los típicos cortejos de negro que finalizan las distintas jornadas de nuestra Semana Santa como El Amor el Domingo de Ramos, Las Penas de San Vicente el Lunes Santo, Santa Cruz, El Cristo de Burgos, El Valle, La Quinta Angustia, San Isidoro o La Mortaja entre otras grandes hermandades a pesar de salir un día de vísperas, por lo que es una buena forma de empezar la Semana Grande, dirigiéndose hacia la Catedral a contemplar esta joya por las noches de los Viernes de Dolores.

Un saludo y gracias a todos los lectores del Blog del Esparto.

Fuente: http://cristocorona.blogspot.com.es/

martes, 12 de abril de 2016

Crónica del Sábado Santo 2.016

Pues para cerrar las entradas de la Semana Santa de este año 2.016, voy a terminar, como viene siendo costumbre, con la entrada del Sábado Santo en Dos Hermanas, por las calles del pueblo con el Santo Entierro. Antes de terminar, si queréis volver a leer estas entradas, las de Viernes y Sábado Santo debéis buscarlas en "Crónicas Especiales" en el menú principal, mientras que las del resto de días en "Crónicas de Semana Santa", y dirigirse al año correspondiente. Comencemos con una de las entradas más esperadas de todos los de El Blog del Esparto.


Eran las 11 de la mañana, me levanté de la cama y no había nadie en mi casa, así que supuse que mi hermano estaría en la Parroquia preparando junto a otros miembros de Junta de Gobierno y hermanos los últimos retoques para la Cofradía. Me vestí rápidamente y me dirigí a Santa María Magdalena a hacer lo mismo junto a los míos. Allí, se encontraba gran parte de la Junta de Gobierno y otros hermanos varios de la Hermandad, mientras que otros estaban preparando los aperitivos para los costaleros para cuando entrase la Cofradía. Algunos, como siempre, me preguntaron cómo había ido la Semana Santa, al igual que mi Estación de Penitencia en La Sagrada Mortaja, que al igual que el año pasado, había sido maravillosa.


Ese día, y desde el año pasado que el Párroco nos dejó hacerlo, se puede contemplar el Altar de Función Principal de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo para el siguiente día, del cual, también es Titular del Santo Entierro de Dos Hermanas para quien no conozca esta Hermandad. Esta pequeña talla académica salía en el pasado sobre unas andas, aunque la Hermandad optó como mejor opción por realizar dicha Función Principal, debido al cansancio del día anterior y, como es obvio, el coste económico que suponía sacar otro Cortejo. Hay diversidad de opiniones, pero soy de los que piensan que es más Solemne realizar una Solemne Función antes que sacar otro Cortejo.


Acabando a las 3 de la tarde como el pasado año, nos fuimos cada uno para su casa, y el móvil no paraba de sonar con los costaleros, dudas de última hora, etc. Un caos que siempre sale horas antes antes de sacar una Cofradía a la calle, como pasa todos los años. Eran las 4 de la tarde, ya había almorzado con la familia y me disponía a cambiarme con la ropa de costalero y mis zapatillas. Media hora después, ya venía mi primo Carlos Navarro, costalero de Nuestra Señora de la Soledad como ya sabéis, para recogerme a mi casa e irnos para la Casa Hermandad.


Como aún era algo temprano, incluso ni mi hermano se había vestido aún de nazareno, fuimos a la plaza de Virgen de la Soledad, más conocida por El Llano en Dos Hermanas, como muchos sabrán, donde habíamos quedado con otros costaleros que allí estaban, como Alejandro Marchena, Jesús Farratell, José Baena, entre otros. Allí también se encontraban otros jóvenes que salían de acólitos con nosotros, y varios cofrades conocidos, con los que compartimos algunos recuerdos y batallitas antiguas, entre ellos, del Santo Entierro de Dos Hermanas.


Llegan las 5 de la tarde y nos dirigimos todos a la Casa Hermandad, donde el capataz Antonio Santiago junto a sus auxiliares nos habían citado para la igualá previa de los costaleros. Allí ya había bastantes caras conocidades de otros años, como Juan Manuel Pérez, José Carlos Mota, Agustín Salguero, Alejandro Pérez, José Carlos Vargas, Antonio Jesús Caso, Jaime Ruiz, Jaime Varela, Francisco Carrasco y muchísimos más. Se tratan de cuadrillas bastante jóvenes y completas con 130 costaleros, como debe ser.


Sin cambios ni ninguna novedad, nos fuimos ya para la Iglesia los costaleros sobre las 6, donde ya había bastante movimiento dentro del Templo, con los nazarenos formados, los diputados repartiendo cirios y algunos de nosotros echando un cable en todo lo necesario. Al poco rato antes de la salida, el Diputado de Cultos, d. Guillermo López Rodríguez, antiguo Hermano Mayor además, procedía a realizar las oraciones previas y las indicaciones necesarias junto al Párroco d. Manuel Sánchez de Heredia, mientras yo y unos cuantos más ultimamos las tareas que quedaban. Yo, me dirigí ya al paso de Cristo, junto con algunos miembros de mi cuadrilla. La salida, este año, le tocaba a la cuadrilla baja, así que sería la primera vez que vería el Cortejo del Santo Entierro de Dos Hermanas desde dentro.


Son las 6.30, se abren las puertas y, al igual que en La Sagrada Mortaja el día antes, sonaba la campana del Muñidor... Los cirios del primer tramo empezaban a pasar, viniendo a continuación la Fe, Esperanza, Caridad y Verónica, acompañada al final de Las Tres Marías. Son figuras alegóricas que, desgraciadamente, se están perdiendo cada vez más, donde contadas Hermandades siguen sacando estas figuras, como la Amargura de Dos Hermanas o Montserrat en Sevilla. El Trío de Capilla empieza a tocar, interpretando Nuestra Señora de la Soledad, saliendo a continuación de éstos los ciriales del paso de Cristo.


En ese momento, Javier Prieto manda a rezar a los costaleros y a todos los que estábamos allí cuando el paso empezaba a levantarse para marcharse. El paso del Santo Cristo Yacente empezaba a salir por la puerta del Templo y había un silencio sepulcral en la Plaza de la Constitución, donde fuera se oía la primera Saeta del Silencio interpretada por el Trío de Capilla. A partir de salir el paso de Cristo de la Iglesia, esto era nuevo para mí, puesto que veía salir al Palio de Respeto, a los penitentes, etc.


Después de salir la Presidencia del palio, los ciriales que acompañaban a Nuestra Señora de la Soledad empiezan a salir a la puerta, mandando los capataces, posteriormente, andar al palio hasta un poco antes del Coro. En el momento que el paso estaba parado enfrente de la puerta, me da por mirar hacia atrás, y veo la Iglesia absolutamente vacía, estando sólo un nazareno, que era mi hermano, junto al preste. Se levanta el paso, quitamos los zancos del paso, se tiran los dos costeros a tierra, termina de salir el palio por la puerta y la Banda de Música del Maestro Tejera empieza a interpretar, como siempre, una de las grandes obras de arte que existen de las marchas procesionales: Virgen del Valle.


Varios costaleros que estaban conmigo, empezamos a salir por la puerta de los Salones Parroquiales, y desde allí, se veía salir de forma imponente a Nuestra Señora de la Soledad a los sones de Tejera, con un repertorio fúnebre y clásico que no tiene absolutamente a ninguna Hermandad de Sevilla de nuestro estilo, dicho por muchos cofrades y, sobre todo, profesionales de la música. Cuando terminó de interpretar Virgen del Valle, me dirigí a buscar el paso a la calle Canónigo, donde pasaba el Muñidor a la altura de Lamarque de Novoa, donde pude contemplar una cosa de la que no había sido consciente hasta ahora en estos años.


A ver, muchos "entendidos" que conozco dirán que si exagero, que si mi Hermandad no lo hace bien, e incluso que si tenemos que cambiar al capataz o la Banda, pero lo que voy a decir no es porque sea mi Hermandad. El Cortejo del Santo Entierro de Dos Hermanas, en cuanto a seriedad, y no lo pienso sólo yo, es mejor que algunas de Sevilla, que por cierto las cuales cada vez están bajando más y más el listón. Por respeto a las mismas, voy a omitir los nombres de las mismas, pero creo que no he dicho ninguna locura. Por delante de todo, es un sello que debe ir evolucionando cada vez más y más, sin dejar ni un pequeño margen para relajarse, que es lo que ha pasado en algunas de Sevilla.


Se trata de un Cortejo que brilla en pequeños detalles pero que a la vez engrandecen éstos a la Cofradía del Santo Entierro. Y ya aproximándose, venía ese paso del Santo Cristo Yacente, con un tallado único, tocando la pieza de Piedad de Santa Marina la Capilla Musical... Y pasando la Esquina de Los Cuatro Cantillos (Canónigo y Santa María Magdalena), nos tocó a la cuadrilla alta nuestro momento. Era el momento de empujar con las manos "pa'lante, largo y racheao".


Sonaron piezas como Sagrada Mortaja y Piedad, Al Cristo, A la Virgen, Nuestra Señora de la Soledad, y varias más de las Saetas del Silencio. Revirando por la Torre del Lanero subiendo ya hacia Romera terminando Canónigo, la gente hizo por fin el gran gesto de callar fuera, algo que, como siempre digo, debemos tomar ejemplo de Sevilla. El problema es que no depende de la Hermandad como dicen algunos, sino de la propia cultura, pero en fin, no quiero machacar más el tema y cargarme la entrada.


La calle Romera castigó bastante a los costeros según me dijeron algunos, pero lo que sí puedo decir, es que los corrientes sí sufrían bastante en la calle Manuel de Falla, donde interpretaban algunas de las piezas citadas más arriba, pero nosotros no perdíamos la pelea en ningún momento y hacíamos nuestra labor como debía ser, sin pensar en otras cosas y metidos en la Estación de Penitencia, donde muchas veces rezábamos el Padre Nuestro, algo que se echa de menos en algunas cuadrillas de costaleros tanto de nuestra ciudad como de Sevilla.


Después de revirar en el cruce de Manuel de Falla con Antonia Díaz, volvió a meterse la cuadrilla baja. La verdad es que se me hizo muy corto el relevo (demasiado diría yo...), pero pude ver por fin en directo una de las mejores escenas de la Cofradía del Santo Entierro de Dos Hermanas, enturbiada en parte por los malditos aplausos que tanto condenan a las Hermandades de negro en Dos Hermanas que debemos callar, pero aún así, la Saeta de Manuel Lombo era perfecta, como siempre... y a continuación, se interpreta el Himno de la Semana Santa para muchos: Amarguras... de las mejores marchas de la historia. Todo lo que pueda decir es poco. El momento me puso los vellos de punta.


En ese momento, me encontré a un antiguo costalero de Nuestra Señora de la Soledad, y gran amigo mío, Jairo Jurado, y luego a los pocos minutos, una sorpresa inesperada, uno de mis mejores amigos, compañero de Facultad, casi como mi hermano, y gran cofrade: Curro Álvarez Gómez. No dudó en venir con su padre a vernos a Dos Hermanas desde Alcalá de Guadaira, y todo eran elogios hacia la Hermandad. No se esperaba una Estación de Penitencia como la nuestra.


Poco tiempo más tarde, me fui a buscar el inicio del cortejo hacia la Plazoleta de Valme, donde se producen otro de los momentos épicos de la Estación de Penitencia, aunque en esta ocasión, no pude verlo porque me tocaba relevo en la calle Rivas, casi al lado de mi casa. Se trata de la llegada del palio de Nuestra Señora de la Soledad, al son de la Marcha Fúnebre de Chopin, a la Plazoleta. Se trata de un momento que recuerda, si alguien lo ha visto que supongo que sí, a la llegada de Las Penas de San Vicente a la Plaza del Salvador en Sevilla.


Saliendo de la Plazoleta, me dirigía hacia Rivas, donde por el camino me encontre a Óscar Romero, Hermano Mayor de la Agrupación Parroquial de Carmen y Prendimiento, donde empecé a formarme como costalero, todo hay que decirlo. Posteriormente, me encontré a mis padres y a mis tíos, justamente antes de meterme debajo del paso. En ese momento, ya debajo, el Trío de Capilla empezaba a interpretar la parte del trío de la marcha Margot (para quien no lo sepa, existe una adaptación de esta parte de la marcha para música de capilla).


Unos metros más hacia delante, pasábamos por el Kiosko Paquino, uno de los negocios más antiguos de Dos Hermanas, estando a veinte metros de mi casa. El momento por el que pasaba debajo del paso por mis calles era, sin duda, motivo de buenas sensaciones en mi mente. Llegamos al cruce de San Alberto con el callejón Alegría, que conecta con la Plaza de Villa Pepita. Se trata de una plaza que no tiene ni diez años de antigüedad, creo, donde se encontraba la antigua Peña Bética y la Hacienda de Villa Pepita, pero que es un recurso muy bueno para muchas Hermandades, entre ellas la nuestra.


El momento de la Plaza de Villa Pepita era espectacular, puesto que estaba llenísima de gente y la misma supo guardar la compostura, guardando absoluto silencio. Fue una pena, porque ya algo más adelante de la Plaza tocó salir a mi relevo y entrar la cuadrilla baja. Como nunca lo había visto, me dirigí a la Plaza de Villa Pepita nuevamente a escuchar otro gran momento del Santo Entierro. El paso de palio de Nuestra Señora de la Soledad, y empieza a andar a los sones de Soleá, dame la mano al son de Tejera... espectacular ese momento. Los cosquilleos y los vellos de punta de mi cuerpo era poco de lo que sentía viendo ese momentazo.


Pasando por Lope de Vega y llegando a la calle Melliza, estaba allí esperando la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Borriquita de Dos Hermanas con los pasos colocados dentro de la Casa Hermandad. La calle Melliza siempre ha sido una calle algo escasa de público, aunque este año ha habido más de lo normal. Muy de fondo, se oía detrás del palio Camino del Calvario. Ya quedaba poco para volver al Templo, tirando nuevamente por Santa María Magdalena. Aquí venía lo realmente complicado.


Llegando nuevamente a la Esquina de Los Cuatro Cantillos, nos tocó el último relevo, es decir, este año nos tocaba realizar a nosotros la entrada en la Parroquia de Santa María Magdalena. La calle era algo sufrida, pues la caída de este tramo de la calle tenía una pendiente curiosa por los lados, pero nosotros no nos rendíamos, y menos estando a menos de trescientos metros la entrada. Los costeros hacían su trabajo dignamente en este tramo del camino.


Llegamos a la Plaza de la Constitución... el tramo final... el cierre de la Semana Santa de 2.016 en Dos Hermanas. El paso paró delante del Consejo de Hermandades y Cofradías de Dos Hermanas, rezando todos el Padre Nuestro para no perder las buenas costumbres. Este camino, hasta la puerta, era de adoquines. Los costaleros de las dos últimas trabajaderas metían bastante prisa, con lo que teníamos que frenarlos desde delante. Estando ya mismo en la puerta, se podría tener algo de paciencia, pero bueno.


Llega el paso del Santo Cristo Yacente, entramos dentro de la Parroquia, suena por última vez del Trío de Capilla Nuestra Señora de la Soledad, y se acabó. Hasta aquí se acabó mi parte, mientras que llegaban nazarenos, escuchándose ya desde lejos Mors Domini, de Ismael Jiménez, la marcha que nos dedicó en el año 2.014. Llega el paso de palio por fin a la puerta de Santa María Magdalena, donde llegaba nuevamente al son de Soleá, dame la mano.


Termina la marcha, el paso de Nuestra Señora de la Soledad se para delante de la puerta, realiza la última levantá, se quitan los zancos, se bajan los costeros del paso, se empieza a realizar el momento más complicado de la Semana Santa de Dos Hermanas, es decir, la entrada del palio por esa puerta, y se acabó la Semana Santa y la Estación de Penitencia del Santo Entierro de Dos Hermanas.


Como siempre, una gran Estación de Penitencia que pone punto final a la Semana Santa del presente año, donde espero que nadie se olvide que esto es para realizar manifestación pública de Fe y cumplir el Sacramento de la Penitencia, además de pedir por los nuestros, por los que no están con nosotros, por las personas que no dejan nacer y por las personas que son perseguidas sean de una religión u otra, entre infinidad de motivos más para pedir por los demás.

Esto lo digo por quienes lo digo siempre, por aquellos que van partiéndose el pecho por sus Titulares y sus Hermandades, y luego no se arriman a verles ni una vez al año a sus Capillas ni a rezar en el peor de los casos, que además de haber muchos, se dedican a dar lecciones de lo que se tiene que hacer o lo que no sin tener ni idea, ya sea subiendo una foto a Instagram o a Facebook y poniendo tonterías en la descripción de la foto, sea poniendo una parrafada sentimental en sus redes sociales sin sentido ninguno como que "algunos se entienden así mismos" (yo nunca lo he entendido, lo siento...) o que hay que comer platos típicos sevillanos. En fin...

Espero que os haya gustado a todos, ya sea en mayor o menor medida, y os espero pronto para otras entradas. No dejen de visitar El Blog del Esparto. Gracias por todo.

lunes, 11 de abril de 2016

Crónica del Viernes Santo de 2.016

Buenas noches a todos. Como siempre, acabo de terminar las Crónicas de la Semana Santa de este presente año, al igual que ya hice en los años 2.014 y 2.015, y ahora voy a meterme de lleno en las Hermandades en las que procesiono y contaros mi experiencia personal como cada año, es decir, el cómo vivo de cerca una Estación de Penitencia. Por segunda vez, escribo acerca de una de mis Hermandades, La Sagrada Mortaja, donde he salido por segundo año consecutivo disfrutando, como siempre, desde el momento en que me levanto de la cama hasta que vuelvo a Dos Hermanas... 

Son las 12 del mediodía, y la fatiga de la Madrugá no hacía acto de presencia, al igual que el año pasado, siendo el primero de todos. Cada vez pienso más que en estos días uno nunca nota el cansancio a la hora de la verdad... será también que soy hermano de dos Hermandades muy livianas, pero bueno cada uno lo lleva como crea conveniente. Lo primero que hice fue asomarme por la ventana y ver qué tal se portaba el tiempo, y fue muy tranquilizador, como ya me esperaba. Posteriormente, lo que hice, todavía en pijama por cierto, fue levantarme a ver la túnica, la papeleta de sitio, el sobre y los castellanos, como merecía la ocasión y los nerviosismos. En la misma habitación, también estaba la ropa de nazareno de mi hermano y mi ropa de costalero para el día siguiente: el Sábado Santo de Dos Hermanas. Me dirijo al salón y veo que todavía está la Esperanza Macarena para entrar. Tocando justamente el Himno de España estaba...

Foto: José Domínguez Hacha

Pues llegan las 3 de la tarde, nos disponemos a comer toda la familia como siempre y ligero a cambiarme y preparar la ropa para cambiarme en Sevilla, al igual que el año pasado. Yendo para la Estación de Dos Hermanas, me encuentro allí a mi primo Carlos Navarro, el otro escritor de este blog, donde había quedado en San Bernardo con sus amigos para ver la Cofradía de La Sagrada Mortaja, entre otras varias. Nos bajamos en San Bernardo y allí se quedó mi primo esperando a sus amigos, mientras yo me dirigía por el Prado hacia el centro para llegar hasta la calle Francos. Por el camino, ya iban algunos nazarenos hacia sus capillas. No recuerdo exactamente si eran de la Hermandad de La O o de La Soledad de San Buenaventura, pero el camino que tomábamos por la Avda. San Fernando era el mismo. Llegando a la Plaza de la Constitución, me di cuenta que había un ambiente muy bueno, estando Sevilla llena de personas por el centro, incluso me costó un poco llegar por Virgen de los Reyes hacia Francos, puesto que estaban montando ya la carrera oficial y estaban cortando el paso a los peatones.

Llego a casa de José Manuel Crespo, como el año pasado, hermano del Santo Entierro, de la Oración en el Huerto, ambas de Dos Hermanas, y de El Silencio. Tardé un poco más de la cuenta porque tenía que arreglar un asunto para el día siguiente con el Diputado Mayor del Santo Entierro, mi amigo José Francisco. Ya en el piso de la calle Francos, José Manuel me ayudó junto a su hijo y estuvimos hablando un poco de cómo iría la cosa el Sábado Santo, cómo ha sido el balance de esta Semana Santa del año 2.016 y del fatídico Domingo de Ramos vivido en Dos Hermanas (en las crónicas del Domingo de Ramos de este año, pueden leerlas). Una vez ya listo, me despedí de su familia y de él abajo en la puerta, donde me dirigía a Bustos Tavera. Siempre se me hará extraña esa sensación de ir vestido de nazareno y que todos te miren o te pidan estampitas o caramelos los niños, pero es algo bonito que no se pierdan las buenas costumbres...

Foto: Manuel Sousa Sousa
Una vez ya llegando al Convento de la Paz, ya se encontraban allí varios nazarenos y personas listas para salir de acólito. Una vez dentro, además de saludar al Diputado Mayor, al Hermano Mayor y varios más, me dispuse a entrar en el Templo y contemplar ese misterio... Verlo tal como está preparado para el Viernes Santo dentro de la Capilla es como ver un cuadro del siglo XVIII o XIX, dejando sin palabras al que sea, además del recogimiento absoluto que se vislumbra en su interior. Parte del equipo de capataces de Antonio Santiago, Solís y Rafael, llegaban para recoger las papeletas de sitio de los costaleros. Siendo ya las 6 de la tarde, comienzan los Oficios previos para la Estación de Penitencia con los hermanos allí presentes. Una vez terminado todo, el Hermano Mayor de La Sagrada Mortaja empieza a dar las instrucciones dentro de la Capilla para organizarnos, dando paso a los Diputados de cada tramo para leer los nombres de los nazarenos de cada tramo. Siendo mi segundo año, yo iba en el primer tramo, de las primeras parejas, con cirio.

Allí, donde formamos, ya estaban la Cruz de Guía, el Muñidor y los faroles preparados para salir, aunque aún faltaba algo más de media hora. La Escolanía María Auxiliadora estaba ensayando algunas piezas al lado nuestra, como Sepulto Domino y Ave Maria (Victoria), entre alguna que otra. Empezaban a llegar el Trío de Capilla, los cuales, como he comentado otras veces, son los mismos que nos tocan en el Santo Entierro de Dos Hermanas, y otras Cofradías como El Silencio. Antonio Santiago, Javier Prieto, entre otros, también llegaba con sus costaleros, donde saludé a un gran número de conocidos aparte de ellos. Ya estábamos todos preparados para salir, dando la orden los Diputados de ponernos los capirotes y los mismos encendiendo los cirios y demás. Llegan las 8 de la tarde, se manda silencio a todos, se abren las puertas, el Diputado de Hora empieza a andar y se oye el Muñidor...

No se oía ningún ruido salvo los pájaros o el aire que hizo en algún momento. Sólo se escuchaba la campana del Muñidor. Al igual que el año pasado, andamos bastante hasta unos dos o tres minutos pasados si no recuerdo mal. Ya en calle Dueñas, como era de esperar, me encontré a mi primo Carlos Navarro con sus amigos. Aunque él no me reconoció, sus amigos sí se fijaron en quién era yo. Llegando a San Juan de la Palma, la gente ya sí hablaba algo más, puesto que se trata de una plaza y hay más cantidad de gente. La Cofradía andaba bastante bien, midiendo bien los tiempos y sin hacer excesivas paradas. Siendo la última Cofradía del día, tampoco tiene porqué darse prisa ni ir más lento.

Ya en la calle Amor de Dios, me encontré a mis tíos allí, los cuales también me reconocieron. La verdad es que se me vinieron en esos momentos aquellos recuerdos tan nostálgicos cuando yo era pequeño y era un nazareno más con cirio en el Santo Entierro de Dos Hermanas hasta los once años. Vi a otros conocidos como Juan Manuel Pérez Sánchez, un gran amigo mío y costalero del Santo Entierro de Dos Hermanas, al igual que de otras Cofradías. Pasados unos minutos, estábamos llegando a Campana, donde ya se escuchaba el paso de misterio de Montserrat hacer de las suyas al son de Virgen del Mayor Dolor, si no recuerdo mal.


Aquí ya paremos un poco más, puesto que debíamos esperar al palio de Montserrat para que pasara, el cual, ya se veía entrando en Campana al son de Tejera, tocando marchas como Nuestra Señora de Montserrat de Pedro Braña, Esperanza Macarena, Cristo de la Conversión de Pedro Morales, entre otras maravillosas piezas que no recuerdo ya pero siendo Tejera, y el gusto de la Hermandad de Montserrat, nos podemos imaginar cualquier cosa, y más aún me que me acordé del Sábado Santo que me esperaba al día siguiente... pero volvamos a Campana.

En las sillas estaba mirando a ver quién conocía, aunque no vi mucha gente al principio. Aunque el palio de Montserrat se encontraba bastante lejos, aún así se escuchaba la Banda de Música del Maestro Tejera de una manera fantásticas con las piezas mencionadas anteriormente, pero nosotros, a lo nuestro, a hacer Estación de Penitencia. Llegamos a Plaza Nueva, la cual estaba llena de gente. Allí se encontraba las Representaciones del Ayuntamiento, junto a algunos miembros del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla. Llegando ya a la Avda. de la Constitución, me encuentro uno de los hermanos más activos de mi Hermandad de Dos Hermanas: Jesús Farratell. La verdad que me conoció desde lejos, sin decirle absolutamente nada como en todo el camino. En la Catedral, me encontré a los padres de uno de mis mejores amigos, Alberto Lloreda, hermano de Borriquita y Veracruz, ambas de Dos Hermanas.

Foto: María del Rocío Cordero


El Muñidor deja de sonar, una vez dentro de la Catedral de Sevilla, como es costumbre. Muy a lo lejos, en la misma puerta de la Catedral, se podía ver viniendo de lejos el paso. Se procede a leer el Rosario dentro de la Catedral, pasando por la Capilla de los Reyes, donde se encontraba el Santísimo Sacramento y al fondo la urna del Rey San Fernando. Salimos ya de la Catedral y nos dirigimos hacia Alemanes para subir posteriormente hacia Francos. El palio de Montserrat se marchaba a lo lejos hacia adelante mientras nosotros torcíamos hacia Alemanes.

Allí, por fin, estaba esperándome mi familia, donde mi hermano me reconoció perfectamente, estando junto a mis padres. Estuvieron cerca mía hasta que nos dirigimos hacia Francos, donde se quedaron ellos para ver el Cortejo completo. Entrando ya en Francos, me encontré a dos buenos amigos de Dos Hermanas, Pedro Carrasco, hermano de Veracruz de Dos Hermanas y Santo Entierro de Sevilla, y Jesús Durán, hermano del Santo Entierro de Dos Hermanas y de Veracruz de Dos Hermanas, el cual, como paréntesis, quiero felicitar por la elección de su padre como Hermano Mayor de esta última Corporación hace algo más de una semana. En Francos volvía ese silencio absoluto que suele apoderarse de las Hermandades de negro en Sevilla, algo que agradecería que ocurriera en Dos Hermanas, pero bueno...


Allí mismo, varios hermanos del Gran Poder y Santo Entierro de mi pueblo, como Rafael Blanco, entre otros. En el balcón de la casa donde me llevo cambiando estos dos años, allí se encontraba José Manuel Crespo con su familia. Llegamos a la Cuesta del Rosario hasta la Plaza de Jesús de las Tres Caídas, donde salían varios nazarenos y costaleros de la Hermandad de San Isidoro, que se había recogido poco tiempo antes de pasar nosotros por allí. Empezamos a meternos por las calles que conducían hasta la Plaza San Pedro, donde un pequeño nazareno se puso malo pero no hubo que lamentar nada. Llegamos a la Plaza, la primera vez donde vi la Cofradía en mi vida, en el año 2.014.

Sin duda, se trata de uno de los mejores lugares para ver una Cofradía, pues la arquitectura de los pisos y casas junto a la plaza, acompaña al momento de la noche, además de ser una zona donde la gente está en absoluto silencio, viniendo después uno de los mejores momentos de la Semana Santa sevillana: La Sagrada Mortaja por Doña María Coronel. Hubo un detalle que me llamó algo la atención, pues esta vez no apagaron la calle entera hasta que tenían que girar para acceder a Bustos Tavera. Cuando la gente se dio cuenta, la gente corría para ver allí la Cofradía, siendo normal con lo que es ese bellísimo momento.


En la calle Bustos Tavera no cabía ni un alma más cuando llegamos, pero no hablaba absolutamente nadie, como a mí me gusta, creándose un ambiente perfecto. Allí estaba también mi familia, aunque no los pude ver bien. A los pocos minutos después, se oyen varios golpes en la puerta, abriéndose el portón del Convento de la Paz, donde dentro había aún más gente y más silencio. Entrando ya en la Capilla, apagamos nuestros cirios y colocado nuestras insignias, la cual, esta última labor la desempeñaban los Servidores que acompañaban al Muñidor, algo que nunca me había fijado hasta ese momento.

De lejos, ya podía oírse a la Escolanía María Auxiliadora, aunque no identifiqué la pieza, pero seguro que era buena. Al poco rato, el misterio de La Sagrada Mortaja estaba entrando en el patio del Convento, donde se oía como único sonido una Saeta maravillosa. Llega el paso con los capataces, proceden a bajar la Cruz, echar los costeros a tierra, y Antonio empezó a guiar a los costaleros, oyéndose de fondo a la Escolanía interpretar Ave Maria (Victoria) a medida que entraba el paso y se colocaba en su sito. Y con ello, había terminado la Estación de Penitencia de La Sagrada Mortaja de este presente año con una oración.

Foto: Rafael Siro Murillo Fernández
Como es normal, empecé a despedirme de la gente y me fui hacia la salida, donde se encontraba mi familia esperándome para volver a Dos Hermanas. Llegué a Dos Hermanas pensando en cómo había ido todo, si lo había hecho bien, y cómo sería el día siguiente. Y esa noche, al igual que el año pasado, no cogí el sueño entre una cosa y otra...

Y aquí concluye la Crónica del Viernes Santo del años 2.016. Nunca os olvidéis, antes de cerrar la entrada, de aquellos que os quieren, los que están con vosotros y ya no están, vuestros padres, vuestras madres, vuestros hermanos, demás familiares, amigos, TODOS. Rezad por todos ellos, al igual que los que sufren enfermedades, los que sufren persecuciones y por todas las personas de este mundo.

Muy pronto, la Crónica del Sábado Santo de 2.016 para finalizar este año de Semana Santa...

Noche Épica: Jueves Santo y la Madrugá

Muy buenas a todos, pues aquí os traigo una de las entradas favoritas de todos los años por los visitantes de El Blog del Esparto. Sobre las Crónicas de la Semana Santa de 2.014 y 2.015, sin contar con las del Viernes Santo y Sábado Santo, son las más vistas de las Estaciones de Penitencia que veo. No sé si será simple casualidad, será porque empalmo Jueves y Viernes Santo (Madrugá), pero aún así, estoy eternamente agradecido a todos cada día más por leerme, pues sé que no tengo tiempo para escribir mucho, y aún así no dejáis de leerme. Próximamente, las 30.000 visitas. Pues empecemos por el Jueves Santo, y en mi pueblo, una Cofradía que nunca me pierdo de Dos Hermanas: La Veracruz.

Jueves Santo

Veracruz (Dos Hermanas)

Con el Crucificado más antiguo de Dos Hermanas, además de la imagen más antigua de Semana Santa (la más antigua de Dos Hermanas es Santa Ana, la Patrona del pueblo), lleva al Mercado de Abastos de mi ciudad la Veracruz de Dos Hermanas, una de las tres Hermandades de negro que solamente existen en mi tierra (las otras son Gran Poder y Santo Entierro). Se trata de un cortejo con nazarenos de capa, aunque algo parecido en bastantes aspectos al Santo Entierro. Sobre el paso de Cristo, se trata de uno de los más antiguos también de Dos Hermanas, con un tallado que no está nada mal, y cuatro faroles enormes que acompañan al Cristo de la Veracruz en su Estación de Penitencia. Este paso no lleva música, aunque en el pasado llevó Banda de CC. y TT. Sobre el paso de palio, el único completamente bordado de Dos Hermanas, iba a los sones de la Asociación Musical Utrerana (creo que se llamaba así), acompañando a su Virgen, una auténtica maravilla. Donde yo estaba, le tocaron Nuestro Padre Jesús y Macarena, ambas del maestro Emilio Cebrián.


















Pasión

Pues ya en Sevilla, ubicados mi hermano y yo en la calle Francos. Como me pasó con El Museo, tengo que decir una pequeña pega: el tiempo de paso (más de una hora). Una Cofradía con 1.100 nazarenos, en otras Hermandades, no tarda tanto, pero en fin. Es una Cofradía que hasta hace algunos años no veía siempre, aunque llevo varios años viéndola de forma más asidua. Con uno de los mejores pasos no sólo de Sevilla, sino probablemente de España, llegaba ese Jesús Nazareno de Juan Martínez Montañés (una de sus mejores obras) por Francos en absoluto silencio, donde sólo se oían saetas una detrás de otra, con absoluto silencio de fondo (igualito que en Dos Hermanas...). Pasaba el paso de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, y sólo pasaban a continuación cruces de penitentes una detrás de otras, incluso con algún parón que otro. Ya al rato, se escuchaba a la Banda de Música de Nuestra Señora de la Oliva (Salteras) tocando La Madrugá de Abel Moreno y Amarguras (si no recuerdo mal esta última). Un impresionante paso bordado el que porta a la Virgen de la Merced en su camino hacia la Cuesta del Rosario. Otra bellísima obra de Sebastián Santos acompañado por San Juan, del mismo autor, que hacen las delicias de cualquiera. Y después de eso, a ver a unos viejos conocidos que hacía tiempo que no veía por las calles de Sevilla.










El Valle (sólo palio)

Como nos pilló tarde la Hermandad de El Valle por el tiempo que tardó en pasar Pasión, sólo dio tiempo a ver el palio de la Virgen del Valle, aunque eso lo compensa todo. Un palio que quita el hipo, que alguna vez espero que Nuestra Señora de la Soledad de Dos Hermanas tenga ese estilo en sus bambalinas y techo, con esa Virgen de Juan de Mesa, y con Tejera detrás... la armonía casi PERFECTA (salvo un par de detalles que vi que voy a omitir por respeto). Cabe destacar el detalle de los faldones de este imponente palio, además de los respiraderos. Debajo de esas trabajaderas, dos costaleros de la cuadrilla del Santo Entierro de Dos Hermanas: José Baena y Casado. Podemos ver que, a pesar de ser un palio, lleva gente bastante alta. Pues con ello, tocaron Valle de Sevilla y Virgen del Valle tres veces seguidas para entrar. Creo que, desde mi opinión personal, es excesivo, pero bueno, para gustos los colores. Esperando a nuestro amigo d. Miguel Vázquez Lombo, nos dirigimos posteriormente hacia la Catedral.




La Madrugá

El Silencio

Llega la que lo empezó todo... un silencio y una oscuridad que hace dar incluso escalofríos a cualquiera. Se abre el portón de la Catedral, empiezan a entrar nazarenos que parece que ni siquieran respiran ni son de este mundo. La seriedad de esta Cofradía está en un nivel que nunca podríamos imaginar en nuestra cabeza si no somos hermanos de esta Corporación. El resto de Hermandades de negro, si tratamos ese detalle, están muy lejos. Son nazarenos que no miran ni de refilón al lado. Una Estación de Penitencia que ya lleva más de 1.000 nazarenos de forma sobrada, y que no tarda más de media hora en pasar. Es una Hermandad que hay que observar todos y cada uno de los detalles, desde la Espada de Voto de Sangre por la defensión del Voto Concepcionista, hasta el último integrante del preste. Llega la Capilla Musical, acompañando a Jesús Nazareno en ese impresionante paso que, aunque pequeño, no tiene que envidiar absolutamente a nadie. Este paso, además, se caracteriza también en parte por tener costaleros de altura de palio, pasando al revés en el palio, donde va gente más alta. Cabe destacar la belleza de los faroles, los detalles de los respiraderos y el conjunto floral del paso. Se marcha el paso de Cristo por la Plaza de Virgen de los Reyes, donde los penitentes llevan las cruces al igual que el Señor de esta Cofradía. Pues llega el palio... el mejor palio de Sevilla para un servidor. Con Trío de Capilla también, único en la Semana Santa sevillana, cuenta con una crestería que asombra a cualquiera, además de un impresionante bordado en su manto, y María Santísima de la Concepción, que te llena de grandes sensaciones cuando la ves venir. Como detalle interesante que siempre digo, los Tríos de Capilla de ambos pasos tocan las clásicas 8 Saetas del Silencio, tocando siempre la primera, luego la segunda, posteriormente la primera, después la tercera, y así sucesivamente en ese orden. Si ninguno de los lectores se había fijado antes, que miren el numeroso grupo de niños que llevan. Conclusión: se trata de una Hermandad con un nivel galáctico, siendo la que comenzó toda esta bendita locura además.












Gran Poder

Yéndose María Santísima de la Concepción, venía el Señor de Sevilla... Con bastantes más nazarenos que El Silencio, sí tardó un poco más en pasar, aunque no fue una molestia. Nuestro Padre Jesús del Gran Poder cuenta con el paso más antiguo de toda la Semana Santa sevillana como casi todos sabrán, de Ruiz Gijón, con todo lujo de detalles, desde esas Águilas Bicéfalas que representan la realeza de Cristo, hasta los faroles y Evangelistas que porta ese tesoro andante. Sobre el Cristo, ¿para qué vamos a hablar...? Es el Señor de Sevilla como he dicho más arriba, y creo que los comentarios son pocos de una de las mayores devociones de Sevilla y de más allá de la provincia (incluso hay una réplica exacta tanto de paso como Cristo en Madrid, si no me equivoco). Sobre el paso palio, portando a María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, se trata de uno de los mejores que existen en Sevilla, siendo para mi opinión, uno de los mejores de cajón que existen, siendo de la calidad de la Hermandad de Las Cigarreras o El Calvario. Portando ambas tallas bellísimas, siendo María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso una obra de la imaginería del mayor nivel que puede existir, al igual que San Juan, con Juan de Mesa al igual que el Señor de Sevilla. Sin duda, uno de los mejores Cortejos procesionales en todos los aspectos. Desde la Cruz de Guía hasta el aguador.










La Esperanza Macarena

Aquí viene ya la Madre de todos los sevillanos, la esencia de la Semana Santa y la máxima devoción que existe en toda Sevilla por encima de todas las cosas, gozando de Devoción Universal, algo que posiblemente sólo le sigan de cerca la Virgen del Rocío o la Virgen del Pilar, aunque las comparaciones son odiosas, porque María sólo es una y está en el corazón de todos los cristianos. Con el Cortejo más largo de toda la Semana Santa, no se cansa uno para nada de ver esta Cofradía, y menos este año, que, al menos por la Catedral, se ha hecho más corto que otros años, con una buena organización, hablando de lo que yo veo siempre por supuesto. Antes de venir Nuestra Señora de la Esperanza Macarena, debía venir Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, acompañado por esa magistral Centuria Romana Macarena, con esas armaduras diseñadas por Rodríguez Ojeda, siendo la envidia de muchas Bandas de CC. y TT. que muchos quieren destruir de forma mediática y que nunca conseguirán... El paso de misterio representa una perfección tremenda la Sentencia a Nuestro Señor Jesucristo como todos sabemos, con un paso, con unas cartelas, y unos candelabros, etc. Todo precioso. Sin duda, Roma en estado puro. Pues se marcha el paso de misterio, y empiezan a pasar tramos de palio hasta que a lo lejos se escucha Esperanza Macarena tocada por Nuestra Señora del Carmen de Salteras, viéndose cómo sube esa rampa hacia dentro de la Catedral, tocando el Himno de España cuando llega a entrar por completo. Sin duda, ha sido la vez que más cerca he estado de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena. En mi vida la había tenido tan cerca, tenía los vellos de todo el cuerpo de punta... Cuando la miras tan de cerca, las sensaciones que transmite son indescriptibles, con esa asimetría tan característica de esta Virgen, moviéndose esas mariquillas de Joselito el Gallo de forma que parece que está viva y respira. ¿Qué digo parece? ESTÁ VIVA, en todos nuestros corazones y en ese precioso paso de palio, de lo cual todo lo que diga es poco, al igual que el manto y todo el conjunto. El momento fuerte no había llegado aún, pues tenía que llegar ya de lejos la Cruz de Guía de la Hermandad de El Calvario, donde apagaron las luces como cada año, y empezó a sonar el "Sálvame, Virgen María", Cristus Factus Est y otras piezas maravillosas por un trío de tres voces masculinas. Siempre se habla de los momentos más bellos de la Semana Santa de Sevilla, como por ejemplo, La Sagrada Mortaja por Doña María Coronel, o la salida del Gran Poder, pero momentos como estos, deberían figurar siempre en este tipo de artículos... En definitiva, uno de los mejores momentos de la Hermandad de Sevilla.



















El Calvario

Y aquí, se acababa para mí la Semana Santa del año 2.016 como quien dice. Como he comentado antes, el ambiente generado con la llegada de la Cruz de Guía del Calvario con todo apagado y esas piezas interpretadas antes, no había salido aún el palio de la Esperanza Macarena y ya estaba el paso del Santísimo Cristo del Calvario entrando por la puerta de la Catedral, donde el eco de los saltos y la voz del capataz era lo único que se escuchaba junto al Coro. Con ese paso de caoba con faroles de plata y achones con apliques diseñado por Francisco Farfán Santos, simulando un Monte Calvario, con un Crucificado que es perfecto, sencillo, romántico, de mirada de sueños más que de muerte. Aunque no lleve música de ningún tipo este Crucificado, esto se nos olvida viendo simplemente el Cortejo entero... Con el Coro de fondo dentro de la Catedral de Sevilla, ese momento encogía el corazón del más fuerte de tal manera que puede llegar dar hasta miedo. Es una pena que sea el Cortejo más pequeño de la Madrugá (de 600 a 700 nazarenos), pues cuando ya el paso de Cristo salía a la Plaza de Virgen de los Reyes, el palio había entrado por la Catedral sin que nos hubiéramos dado cuenta. Sin duda, este estilo de palio, como opinión personal, sería uno de los candidatos para Nuestra Señora de la Soledad de Dos Hermanas si me ofreciesen hacerlo así, además de llevar la candelería más numerosa de la Semana Santa de Sevilla (unos 120 aprox. si no me equivoco), con unas bambalinas y un manto que nos deja con buen sabor de boca a todos... no podría ser otro que Rodríguez Ojeda quien realizase esta maravilla del mundo de los palios, basándose en los estilos del siglo XVII, algo que actualmente, por desgracia, está decayendo. Sobre Nuestra Señora de la Presentación, cabe destacar con el conjunto que se viste a este Titular, siendo el cien por cien del conjunto de muy buena calidad y de gran belleza, sin olvidarnos de esa cara de dolor tan bien realizada, supuestamente, por Juan de Astorga. Y aquí, doy cerrojazo a la Semana Santa del año 2.016 hasta unas horas después en el Viernes Santo en Sevilla y el Sábado Santo en Dos Hermanas... Os dejo un vídeo del interior de la Catedral cuando pasa la Hermandad de El Calvario del año 2.010 que he encontrado en Internet.












Bueno, pues muy pronto, mis obras finales de este año, la Crónica del Viernes Santo y la del Sábado Santo del año 2.016...