viernes, 17 de abril de 2015

Homilía del III Domingo de Pascua

Vosotros sois testigos de esto

"La experiencia pascual renueva la vida de lo primeros discípulos. El descubrimiento de un Jesús vivo y resucitado entre ellos se constituye en el centro en torno al cual se construye la comunidad. Es sólo en un contexto de Pan y Palabra compartidas en el que se hace creíble la resurrección del Señor.

Jesús sigue ofreciéndonos hoy su mensaje de vida y salvación. La coherencia de nuestra vida, el imperativo del mandamiento del amor y nuestro compromiso en la lucha contra el pecado del mundo son condiciones necesarias para reconocer a ese Cristo, vencedor de la muerte, que camina a nuestro lado.

Hoy se hace necesaria una labor de reinvención de nuestras comunidades cristianas para hacerlas capaces de ese éxodo exterior imprescindible para mostrar al mundo la realidad, vigente y operante, de la resurrección."

Fray Juan Antonio Terrón Blanco
Casa de Stmo. Cristo de la Victoria (Vigo)

jueves, 9 de abril de 2015

Crónica del Sábado Santo de 2.015

Y llegó nuestra hora en Dos Hermanas, pero antes, un poco de música:


Sábado 4 de abril de 2.015, once y media de la mañana... El cansancio del día anterior, gracias a Dios, no se manifestó salvo en el brazo izquierdo de coger el cirio en La Sagrada Mortaja, pero no fue una molestia. Nos vamos para la iglesia a prepararlo todo, donde muchos me felicitaron por mi primera Estación de Penitencia en el día anterior y yo a otros que ya salieron anteriormente. Realizamos todos los preparativos para la tarde noche del Sábado Santo en la Parroquia de Santa María Magdalena. La verdad es que este año acabamos bastante tarde comparado con otros años, sobre las 3 de la tarde cosa así.




Sobre las 16.30, me dirigía hacia la Casa Hermandad, donde se habían citado a los costaleros que portarían a Nuestros Amantísimos Titulares ese día. Allí ya se encontraban algunos como mi primo Carlos Navarro, Pepe Molero, Jesús Faratell, José Barea, Agustín Salguero, Pedrera, Pancho, Vargas, Diego, Jaime Varela, etc. Antonio Santiago y sus auxiliares llegaron sobre las 16.45 o algo más, donde nos volvieron a igualar antes de la salida. Si no me equivoco, sólo entró una persona y en la cuadrilla alta del Cristo, precisamente en el palo de delante mía en corriente. Quiero decir una cosa antes de seguir. Algunos no tenían camiseta puesto que en el día del segundo ensayo no la pidieron, o bien, no la recogieron el día de la mudá y faltaron. El año que viene procuraremos de que se pidan algunas que sobren, perdonad si alguien se molestó como alguno que otro. Es algo que, de todas formas, no tiene importancia.

A las 17.30 horas, las cuadrillas baja del palio y alta del Cristo nos dirigimos hacia la Parroquia, puesto que nos tocaba la salida. Mientras tanto, ayudé a algunos diputados y nazarenos como Rafael Blanco, hermano también de Gran Poder de Dos Hermanas y Santa Marta. Allí, también estaban varios familiares míos como mis tíos Eduardo, Miguel Ángel o Pepe, y mis primos Daniel y Javier Sobrino. Cualquiera diría que es una Hermandad bastante familiar, pero bueno. D. Manuel Sánchez Heredia, el Párroco de Santa María Magdalena, comenzó a realizar la oración antes de la salida. Las cuadrillas nos situábamos ya en nuestro sitio debajo de los pasos. Comenzó a sonar, al abrir la puerta, la campana del muñidor y la típica pieza del trío de capilla Nuestra Señora de la Soledad.


Javier Prieto avisó de que nos íbamos, así que llamó al martillo, comenzamos a rezar y a realizar la Estación de Penitencia. Sacamos el paso del Santo Cristo Yacente de la iglesia y comenzamos a realizar la carrera oficial, oyendo otra vez Nuestra Señora de la Soledad y la primera Saeta del Silencio. En Dos Hermanas, lo lógico es que en una Hermandad de negro como la nuestra siga parloteando a lo tonto, pero fue curioso... en la calle Real no se escuchaba casi nada, sólo el rachear de las zapatillas de los costaleros al andar largo y reposado. Llegamos al callejón San Luis. No entiendo esta calle que, con lo plana que es, me resulte algo más pesado, y ya había notado yo lo mismo en el año 2.013 con la Cruz de Mayo de Carmen y Prendimiento.


Reviramos hacia la calle Canónigo. Tampoco se escuchaba mucho jaleo, la verdad. Eso sí, el murmullo de los dos costaleros que llevo atrás se escucharon en todo el camino... vaya tela. Aquí empezamos a trabajar contra el costero de la calle hasta que terminó nuestro turno y entró la cuadrilla baja, en la esquina de los Cuatro Cantillos. El paso, desde fuera, me causó una sensación muy buena. Desde que tenía cinco años, como es obvio, no veía el cortejo desde fuera de la Estación de Penitencia en persona. Vi que el paso de Cristo andaba de forma magistral, pareciéndose al paso de Las Penas de San Vicente o La Sagrada Mortaja en sus andares.


Di la vuelta por Santa María Magdalena y Manuel de Falla para alcanzar la Cruz de Guía en la Torre del Lanero. La gente empezó a callarse cuando oyeron la campana del muñidor. En ese momento, me di cuenta de que, en cuanto a organización y seriedad del cortejo, y no lo digo porque sea mi Hermandad ni para vacilar ni nada parecido, es mejor que algunas Hermandades de negro de Sevilla. Omito los nombres por respeto a las mismas. Esperé a que pasase el paso de Cristo y luego me fui a buscar el palio de Nuestra Señora de la Soledad al son de Ione. El palio es una auténtica maravilla en la calle. Sólo faltaría bordarlo...


Posteriormente, me fui hacia Manuel de Falla nuevamente, donde estábamos citados según estimación de hora para el próximo relevo. Allí, el trío de capilla, tocó Sagrada Mortaja y Piedad I y II, que hizo que me acordase del día antes. Posteriormente, entramos debajo del paso la cuadrilla alta nuevamente. Reviramos hacia Antonia Díaz, donde tocaron Via Crucis. Aquí ya la gente si empezaba a hablar algo más, pero nada serio. Calderón de la Barca transcurrió con algo de caída, al igual que Francesa, donde tocaron la primera y la segunda Saeta del Silencio que, aunque no lo creáis, algunos nos venimos arriba aunque sea música de capilla y el paso ande largo y reposado.


En la Plazoleta de Valme, habiendo pasado ya Santa Cruz, la gente que estaba allí viéndonos, se ponía hablar ya como si fuera un partido de fútbol. Los costaleros, que algunos se extrañaron y todo al ser de fuera de Dos Hermanas, me preguntaron por qué era esto. Mandé a callar debajo y fuera del paso, que era donde nos volvíamos a salir. Ya me esperé allí a que el palio pasara por la Plazoleta de Valme, donde le tocaría la B. M. Maestro Tejera una de las mejores marchas que existen: La Marcha Fúnebre de Chopin. Antes de tocarla, la gente hizo amago de aplaudir la levantá del palio, lo cual no dudé en mandar a callar, y la gente me miraba extrañada... yo cada día que paso en Dos Hermanas, alucino más.


Magistral ese palio al son de la Fúnebre de Chopin. Hubo un pequeño susto con el cielo, pues sobre nuestras cabezas había una pequeña nube, aunque baja y negra, que hizo caer algunas gotas contadas con los dedos de la mano, y nos temíamos lo peor. José, el Diputado Mayor, me mandó a llamar a la AEMET, que no lo cogieron porque no trabajan los sábados, aunque miré el tiempo y no daba agua. Fue un pequeño susto que duró unos dos o tres minutos, porque al rato volvió a estar despejado. No hubo nada que lamentar.


En la calle Rivas, me encontré a mis tíos, y más adelante, a mis padres en el bar La Cañada viendo la cofradía. Me dirigí hacia Villa Pepita, donde tenía el último relevo, y se veía la cofradía de forma espectacular... gran cantidad de gente y una gran perspectiva. Yo reconozco que era bastante escéptico para pasar por aquí, pero desde el año pasado, pienso diferente una vez que lo vi en la calle. Entramos en Botica debajo del paso. Hicimos el revirado hacia Lope de Vega, donde sería la última caída dura de mi costero, corta pero dura. La penúltima calle ya se les hizo duro a algunos costaleros habiendo pasado la presentación en la Casa Hermandad de La Borriquita de Dos Hermanas, pero no nos rendíamos nunca, y menos casi en el final.


Ya en Santa María Magdalena, antes de llegar a la esquina de los Cuatro Cantillos nuevamente, Javier Prieto se puso en el lado donde estaba mi trabajadera e hicimos la última oración mientras levantábamos a pulso por última vez el paso del Santo Cristo Yacente. Hicimos los últimos metros al son de Nuestra Señora de la Soledad por el trío de capilla, y se acabó. Javier Prieto mandó relevo y le tocó lo último a la cuadrilla baja del Cristo. No busqué el palio, sino que ya directamente nos fuimos a la Parroquia de Santa María Magdalena por la puerta chica unos cuantos costaleros y yo y allí vimos la entrada.

Suena la puerta de la Parroquia de Santa María Magdalena a las 22.30 horas cosa así, se abre y entra el muñidor junto a la Cruz de Guía. Fueron pasando nazarenos formando en la Capilla. Los ciriales se ponen a los lados de la puerta, entra la música de capilla tocando por última vez Nuestra Señora de la Soledad y entra el paso de Cristo en el hueco de la puerta de Santa Ana. Siguen llegando tramos, y desde lejos, se oye la marcha Mors Domini de Ismael Jiménez reventando Los Jardines, posteriormente Quinta Angustia y por último, como es típico ya, Soleá, dame la mano en la entrada. Sin problemas, entró el paso de palio de Nuestra Señora de la Soledad, y se cerraron las puertas.


Con todo ello, cerramos una Semana Santa 2.015 gratificante y llena de ilusiones. Nuevamente, volvemos a terminar nuestra manifestación pública de Fe Católica y Cristiana durante una semana. Desgraciadamente, algunos se olvidarán del verdadero sentido de la Semana Santa, que cada vez falta más. No dejemos que siga yéndose este sentimiento cristiano. Acordémonos de aquellos iguales a nosotros que sufren persecución en la actualidad por ser simplemente cristianos, de los niños que no dejan nacer, incluso de aquellos que no comparten nuestra opinión. Esperemos que a los que nos duele todo esto de verdad, no nos olvidemos de Nuestros Amantísimos Titulares durante el resto del año, que por desgracia los hay a patadas.

Poco más puedo decir. Gracias por todo y a esperar el Domingo de Ramos, 20 de marzo de 2.016...


miércoles, 8 de abril de 2015

Crónica del Viernes Santo de 2.015

Antes de nada, vamos a ambientarnos:



Llegó el primero de los días más esperados para mí en el año. Ha llegado antes de lo previsto, pues lo esperaba para el año 2.016, pero gracias a Dios, este Viernes Santo hice Estación de Penitencia en Sevilla. Todo empezó cuando me levanté sobre las 12.30 cosa así después de la paliza de la Madrugá. Comí rapidito y ya a las 16.20 cogí el tren para San Bernardo con la ropa y el capirote en mano... Obviamente, no iba vestido de nazareno dentro del tren, pues primeramente no es una situación bonita y paso de que acabe mi foto en las redes sociales o historias parecidas como está habiendo estos días. 

Fui andando desde alli, con toda la fresquita del mundo por cierto..., hasta la calle Francos, donde un hermano nuestro del Santo Entierro de Dos Hermanas, Oración en el Huerto del mismo pueblo y de El Silencio tiene un piso para la Semana Santa de Sevilla junto a su familia: José Manuel Crespo. Me cambié allí, y desde allí fui caminando hasta Bustos Tavera. Me sentía bastante raro con una túnica de capa, pues parece que es algo más pesada y da bastante más calor que el típico ruán negro del Sábado Santo en Dos Hermanas. A última hora, pensando en que llegaba tarde al Convento de la Paz, llegué a las 17.15... y se nos había citado a las 18.00 horas. Vamos, que fui el primero en llegar.

Fuente: Ernesto Molina Agea

Luego ya vino el Diputado Mayor, y el Hermano Mayor, el cual, me deseó suerte para la Estación de Penitencia de ese día y la del Sábado Santo, que sabía que salíamos al día siguiente además con Antonio Santiago y con el mismo Trío de Capilla que les tocan a ellos. Luego ya vinieron el resto de la Junta de Gobierno y más hermanos. A las 18.00 horas, se celebraron los Santos Oficios, que luego de terminar los mismos, el Diputado Mayor empezó a formarnos en el patio y dentro de la Capilla. Allí estábamos bastante apretados, o eso creo yo. Daos cuenta de que mi costumbre todos los años no es la misma cuando formas con 375 nazarenos en La Sagrada Mortaja (que para una Hermandad de Sevilla no es nada...) que cuando formas con 180 en el Santo Entierro de Dos Hermanas. Llegaron al rato el equipo de capataces Antonio Santiago y sus auxiliares.

Se retrasó un cuarto de hora la salida, aunque desconozco el motivo, pero bueno, todo surgió con normalidad. Lo que nos mataba a todos era el calor, y supongo yo que sería por eso. A las 20.10, tocó ponerse ya el antifaz, lo cual, cuando te lo quieres poner bien por detrás, cuesta bastante trabajo cuando llevas capa, pero bueno, todo es acostumbrarse. A las 20.15 abrieron las puertas y el muñidor empezó a agitar la campana, empezando así a caminar el primer tramo. Me di cuenta que la cofradía andaba bastante, pues doblamos dos calles, creo recordar, que sin parar, y sobre mí, me acordaba cuando era un niño y empecé con el cirio en Dos Hermanas. Al primero conocido que vi fue a José Carlos Vargas, costalero de Nuestra Señora de la Soledad de Dos Hermanas, luego en Dueñas a mi primo Carlos Navarro, el otro escritor de este blog, y cerca de Monte Sion, a mis tíos y mi prima. Hasta que pasó un rato, no vi a nadie conocido más.

Fuente: Ernesto Molina Agea

Mucho rato después, estábamos llegando a La Campana, donde sonaba el misterio de la Hermandad de Montserrat al son de Soledad de San Pablo tocada por la Banda de CC. y TT. Tres Caídas. Llegando ya casi a la parte principal, pasaba el palio de Montserrat, al son de Soleá, dame la mano... ya os podéis imaginar de quién me acordé. Íbamos detrás de ellos y también tocaron una detrás de otra Virgen de Montserrat, una nueva que os comenté en la entrada del último ensayo de Tejera llamada Montserrat, y otras interpretaciones que no recuerdo. Montserrat y nosotros pasamos por Campana bastante rápido, así que, estimando bien, en unos veinte minutos nos plantamos en la Plaza Nueva.

Llegando a la Catedral, ya se perdió el palio de Montserrat. Allí, en las sillas, se encontraban tres costaleros del Santo Entierro de Dos Hermanas: Jesús Faratell, Pepe Molero y José Baena. Al otro lado, se encontraba un gran amigo mío que en el pasado fue mi profesor: Carlos López Bravo, miembro del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla. Entramos en la Catedral, con poca gente y rezando el Santo Rosario. A la salida de la Catedral, ya tirábamos para la calle Alemanes y otra más hasta llegar a Francos, donde siempre había soñado con pasar alguna vez en un cortejo por esa calle.

Fuente: Jesús Faratell 

Llegando a la Cuesta del Rosario, pasaba algún nazareno que otro de otra gran Hermandad: San Isidoro, que se acababa de recoger momentos antes. Un poco más adelante, mis padres y mi hermano estaban allí, aunque no me reconocieron salvo mi hermano que se lo imaginaba. Posteriormente, callejeamos hasta llegar a la Plaza de San Pedro, donde vi por primera vez en mi vida la cofradía en la calle. Es curioso que con verla sólo una vez, dicho por muchos, me haya atraído tanto una Hermandad hasta el punto de hacerme hermano.

Fuente: Mari Luz Suegro Maestre

Entramos en el momento más bonito de la cofradía, y quizás, uno de los más bonitos de la Semana Santa de Sevilla: Doña María Coronel hasta la entrada. Se apagaron las luces y la gente guardaba un silencio absoluto. El momento ponía la piel de gallina a cualquiera de los que están leyendo esto si no lo han visto nunca. Ahí me encontré a mi hermano, que sí me reconoció, y más adelante, mis padres en la penúltima calle. En la entrada, muchísima gente pero no se oía nada, sólo el zumbido de la puerta del Convento de la Paz cuando el Diputado de Hora llamaba. Dentro del patio, muchísima más gente y todo oscuro, iluminando escasamente la luz de la Luna.

Dentro del Templo, antes de entrar el paso, se oía "Vere Languores" de la Escolanía María Auxiliadora desde lejos... Una vez dentro el paso, Antonio Santiago procedía a echar los costeros del paso más a tierra hasta el final de la Capilla. Una vez parado, se oía "Ave Maria" de dicha Escolanía.
Del calor que hacía, al quitarme el capirote un momento, me dio un pequeño mareo pero no hubo nada que lamentar, me levanté con mi propio pie y me fui para la puerta donde me esperaba mi familia. Con ello, se cierra uno de los mejores capítulos de mi vida cofrade.

Fuente: Ernesto Molina Agea

Aquella noche, que llegué a mi casa a las 4 de la mañana, no pude dormir y tampoco notaba el cansancio, supongo que sería por estar pensando en cómo fue la Estación de Penitencia, y encima, lo que me esperaba mañana por las calles de Dos Hermanas. Muy pronto, la crónica del Santo Entierro de Dos Hermanas...

Homilía del II Domingo de Pascua

Señor mío y Dios mío

"Estamos celebrando el tiempo gozoso de Pascua. Estos cincuenta días que van desde el Domingo de Resurrección hasta el Domingo de Pentecostés han de ser celebrados con alegría y exultación como si se tratase de un solo y único día festivo, más aún, como "un gran domingo" (S. Atanasio).

La Iglesia, no obstante, nos va desdoblando el gran acontecimiento salvífico de la resurrección poniendo a nuestra consideración, mediante la palabra de Dios que se proclaman en las eucaristías dominicales, aspectos fundamentales del mismo.

En este domingo se nos habla en las lecturas de cómo la noticia de la Resurrección: ¡Ha resucitado!, produce unos efectos transformadores en la primera comunidad de Jerusalén. De estar acobardados por “miedo a los judíos” y con la esperanza por los suelos, porque a Jesús, el Maestro, lo han matado, pasan a llenarse de alegría porque han vuelto a ver al Señor. De esta experiencia pascual nace la comunidad donde “todos pensaban y sentían los mismo”. Así reciben el envío, la paz y la fuerza del Espíritu para el perdón de los pecados."

Fr. Manuel Gutiérrez Bandera
Virgen del Camino (León)

Jueves Santo y Madrugá en la Catedral nuevamente

Jueves Santo

Vera Cruz de Dos Hermanas. Como suelo acostumbrar, el Jueves Santo lo veo también en Dos Hermanas, aunque este año no pude ver La Sagrada Cena, pero bueno, otro año será. Sobre el paso de Cristo, sin música, lleva encima la talla más antigua de Dos Hermanas, y en cuanto al paso, estrecho y no muy grande pero está bien. Sobre el paso de palio, el único bordado por completo del pueblo y bastante bonito. En el palio, marchas como Nuestro Padre Jesús, Valle de Sevilla y La Muerte de Ase.











Pasión. Sin palabras... del paso de Cristo poco voy a decir que no sepamos ya. Un pedazo de paso de plata con un Cristo impresionante. Absoluto silencio antes de entrar en El Salvador. Con un montón de penitentes detrás del paso de Cristo y otros cuantos tramos con cirio, el paso de palio se aproximaba al son de Soleá, dame la mano, y posteriormente, Jesús de la Pasión de Pedro Braña. Conclusión, como a mí me gusta, seriedad y marchas decentes en un paso.











La Madrugá

El Silencio. La seriedad y el no oírse nada hecho Hermandad. Poco tengo que decir ya de El Silencio, pues en la crónica especial dedicada a esta Hermandad, y la del año pasado, vimos cómo era esta Hermandad. Saetas del Silencio en ambos pasos, alternando la primera con las otras siete. Nazarenos correctamente formados... Sobre los pasos, el paso de Cristo es una maravilla que no deja indiferente a nadie, y el palio, ¿para qué vamos a hablar? Si es el mejor, para algunos, el mejor palio de Sevilla... Un detalle curioso, fue el número elevado de niños que llevaban en el preste, llevando unas veinte parejas.





Gran Poder. Lamentablemente, tuve un problemas con el móvil y no pude sacar fotos del paso del Señor de Sevilla, así que pondré del año pasado si no os importa. Sobre el paso de Cristo, una maravilla comandada por los Villanueva, es el más antiguo que procesiona en Sevilla, y que nada tiene que envidiar a nadie por supuesto. Cabe destacar las águilas bicéfalas de las esquinas del paso. El paso de palio, uno así para nosotros en Dos Hermanas, de cajón y bordado a más no poder.









La Esperanza Macarena. Aquí viene la Señora de Sevilla... con un retraso tremendo, unos cortes increíbles, nazarenos dando el cante, etc. Es una pena que una Hermandad como la Esperanza Macarena esté perdiendo los papeles como lo está haciendo actualmente. Supongo que sabréis a qué me refiero entre incidentes, nazarenos sin formación... Cambiando de tema, el paso de Cristo muy bonito en todo su conjunto, desde las cuatro patas del paso hasta arriba del todo. El paso estaba comandado por Javier Prieto y sus auxiliares. Cabe destacar la nueva saya del Cristo de la Sentencia. Exceptuando a la Centuria Romana, del resto del cortejo mejor ni hablo, que ya lo sabemos. Llegaba el palio de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena (a las 6 y algo de la mañana, por cierto), otra maravilla de la Semana Santa de Sevilla, además comandada por Antonio Santiago, su hijo y sus auxiliares. Vale la pena verla en la Catedral de Sevilla, ya no sólo por el sitio y el momento, sino porque detrás se encuentra la Cruz de Guía de El Calvario y apagan las luces y empieza el coro. En conclusión, demasiado retrasos e historias que enturbian esta maravillosa Hermandad.











El Calvario. La última de la Madrugá y para casa... Lo de esta Hermandad, es para comérsela. A pesar de no llevar música, en el momento en el que pasan por la Catedral de Sevilla cambia la cosa como he explicado en la Esperanza Macarena. Un paso de Cristo precioso y una talla maravillosa de Crucificado no podían faltar en esta Hermandad, además del palio de cajón y el corto tiempo para verla (unos 15 minutos) que requiere esta cofradía. La mejor forma de acabar con la Madrugá, es viendo esta cofradía en Sevilla...












Os dejo un vídeo dentro de la Catedral de Sevilla donde pasaba El Calvario:


Muy pronto, las crónicas de La Sagrada Mortaja y Santo Entierro de Dos Hermanas de este año 2.015.