martes, 24 de febrero de 2015

Los "Pechos-hinchados", y mi punto de vista

Publicado esta mañana en Pasión en Sevilla por Javier Macías, este artículo causa estragos en las redes sociales, y que yo, voy a publicar en mi blog y a comentar con mis palabras lo que pienso respecto al mismo.

"Este artículo va dirigido a Selu García Cossío. Yo no sé a si a usted, como gran chirigotero que es, le gusta la Semana Santa. Aún así, le lanzo desde aquí una idea para que en una de las próximas ediciones del carnaval tenga en cuenta a este personaje tan característico de las cofradías de Sevilla y a lo mejor de Cádiz. Seguro que lo borda.

Es muy fácil, todo es ponerse, porque son una mezcla entre «Los enteraos» y «Los que no se enteran». Son aquellos personajes que pululan por las hermandades en busca del protagonismo que no tienen en su vida social o profesional. Lo hacen con ese aire vanidoso y arrogante de quien no manda ni en su casa pero que cuando cruza la puerta de la iglesia o la casa hermandad, se cree que ha entrado en su cortijo.

En muchas Hermandades, sobre todo de Dos Hermanas, los hay a patadas. Me van a llover un montón de críticas por ésto, pero esto es una gran verdad, y lo peor de todo, es que esto está haciendo a muchas Hermandades pierdan los papeles casi por completo, transformando a las mismas en algo que no les pega o en algo realmente desconocido.

Llegan estos posturas con esa altanería, mirando por encima del hombro a todo el que se le cruza. Suelen ser los «perros» en unas elecciones disputadas, los que alimentan la gresca. La mayoría de las veces no pertenecen ni a una junta de gobierno, pero ellos creen que mandan por delegación del oficial de turno. (Ya sabe aquello de «para conocer a fulanito, dale un carguito»). Se concentran en esas áreas que no tienen nada que ver con el anonimato. Por supuesto, ni en caridad ni en formación. ¿En cultos? Lo mismo sí, saliendo de acólitos a la búsqueda de la pértigadesde el primer día que entró.

A veces ni de acólito, o directamente no van a los cultos porque quizás tengan algo mejor que hacer, pero ahí están los tíos para ir el primer día a por la papeleta de sitio pidiendo un determinado sitio de la cofradía, y si lo tiene otro y no se lo puedes dar, pobre de ti... A Javier se le ha olvidado decir una cosita que en muchas Hermandades está a la orden del día: dar la nota en los Cabildos. A veces preguntan cosas sin sentido o sólo quieren hacerse notar, e incluso les dan órdenes a aquella Junta de Gobierno puesta por los hermanos de una Corporación, pero bueno. Sigamos leyendo.

Suelen verse también por las priostías. Aunque no tengan gusto, ellos presumen de ser quienes dijeron que la vela se pusiera cinco centímetros más para allá. Su día favorito es cuando el prioste le deja coger a la imagen. No le digo nada, señor Cossío, cuando empieza el besamanos o hay salida extraordinaria de su Virgen. Entonces, se vuelven mucho más envarados. En este segundo caso, es muy fácil verlos entre la bulla –de la que ellos mismos participan–, empujando y dirigiéndose al público sin que nadie de la hermandad les haya pedido que lo hagan. Y, en el besamanos, que levante la mano quien no los haya visto moviéndose de un lado para otro, con su medalla por fuera, y llamando la atención al que lleva horas en la cola por tomar una foto o detenerse un segundo de más ante la Virgen o el Señor.

En lo de la priostía, en determinados casos... tengo que discrepar. Muchos de estos "pechos-hinchados" (o "pechos-partidos" como yo les llamo en Twitter), directamente no van a la Hermandad salvo para recoger la papeleta de sitio o a los Cabildos. Lo mejor de todo es que se permiten opinar de cualquier cosa realizada en la priostía, olvidándose de la dura labor que hacen los priostes, siendo una labor fundamental durante todo el año en una Hermandad, pues no sólo consiste en montar los pasos, sino en limpiar enseres, ordenar la Casa Hermandad, etc. En bullas, obviamente, se les ve pero muy de vez en cuando. Esto último no lo veo relevante, pero sí es verdad también que, muchas veces, en los besamanos se hacen notar con la medalla (aunque no le hayan quitado el polvo de haberla tenido guardada todo el año...).

Son aquellos a los que les da coraje que alguien nuevo se apunte y comience a tomar protagonismo o, simplemente, un hermano que se acerque un día y participe con mayor peso que estos gallitos. Tanto, que le hacen la vida imposible para que no le hagan sombra.

Dejando de lado a los colectivos que he citado más arriba, ahora voy a criticar la cúpula que hay en algunas Hermandades. Algunos miembros de Juntas de Gobierno, visto en algunas Hermandades también de Dos Hermanas, se dedican a "destruir" (llamémoslo así) desde chavales hasta gente veterano porque no compartan la misma opinión, los mismos gustos, etc., o bien, simplemente no les cae bien a esos miembros, dejándolos fuera de cualquier aspiración a luchar desde arriba por su Hermandad. Casualmente, éstos se parten los cuernos más que nadie, con perdón, que muchos miembros que pasan o han pasado por distintas Juntas de Gobierno, desde la Asociación Parroquial más nueva hasta las Archicofradías más primitivas o antiguas. Lo mejor en estos casos, es no rendirse, y decir que Dios pone a cada uno en su sitio. Ahora leamos mi parte favorita...

También van debajo de los pasos. Quizá sean los más conocidos, pero no los únicos. Se ponen esos costales llamativos, sus tirantas, sus cañas con medias de fútbol, a la moda costalera. No entienden de compañerismo y ponen verde al nuevo que llega a la cuadrilla cuando le pisa un poquito: «Ése es un croqueta», suelen decir a las espaldas.

"Croqueta" es lo menos que puede decir un costalero de éstos, pues algunos incluso presumen de que si sacan tales pasos o si llevan tantos años sacando pasos... ¡Error! Las Hermandades que saca un costalero no son un puñetero palmarés de fútbol, ni son un currículum vitae, etc. A veces, incluso los que no son hermanos de una Hermandad se dedican a meterse o a faltarles el respeto a los que sí lo son y les duele de verdad su Hermandad. Lo que tienen que hacer este tipo de personas es cumplir lo que digan la Junta de Gobierno de cada Hermandad, hacer Estación de Penitencia debajo de los pasos de los Titulares (que es lo más importante), obedecer al capataz, y a callarse la boca. Punto. Os recomiendo que os leáis mi entrada de los burkacostales... que es donde doy más caña con este tema.

Señor Cossío, yo le lanzo la idea, le avanzo el tipo –engominado y patillas anchas y en pico–, y me atrevo hasta a darle el nombre (sin copyright ni nada): «Los pecho-hinchados»."

Sobre esto último, no hace falta tampoco la coletilla del engominado, patillas anchas, etc. (que también), sino en personas todo lo contrario que no acompañen en esta estética. Todas estas cosas, están haciendo que se pierda el verdadero sentido de la Semana Santa: hacer pública manifestación de Fe Católica.

Espero vuestros comentarios y opiniones. Gracias.

1 comentario:

  1. Desgraciadamente, hasta que la gente no se tome la Semana Santa como lo que en realidad es, es decir, como bien has dicho la manifestación pública de la fe católica, no aprenderemos. La Semana Santa y sus valores deben predicarse durante los 365 días del año y no solamente en vísperas o durante ella. La gente en general solo busca el lucimiento propio, es decir, solo mira por si mismo y otros detalles sin importancia que no vienen al caso, mientras apenas intervienen en los cultos y en otras actividades que realizan las hermandades. O esto cambia o asistiremos por desgracia al declive de esta maravillosa festividad religiosa que tiene para Sevilla y su provincia en particular una gran devoción e importancia. Saludos y enhorabuena por esta entrada y por las ya 10 mil visitas de este magnífico blog.

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