Como he dicho en la entrada del blog anterior, vamos a hablar del incienso del Santo Entierro de Dos Hermanas, el cual, desde hace algunos años, se elabora de forma artesanal en la priostía. El olor de nuestro incienso es, sin duda, el más característico de los de Dos Hermanas, siendo la única Hermandad que lo lleva de elaboración propia.
Se trata de una antigua receta que consiguió uno de nuestros priostes hace unos años. Era el incienso que se hacía en una iglesia y que,con el tiempo, dejó de hacerse.
Desde entonces, se hacen en Navidades varios kilos de cara a los Cultos internos y a la Estación de penitencia. Igualmente, y desde el año pasado, ante la demanda que existe, se pone a la venta en nuestra Casa de Hermandad durante los días de Cuaresma.
El ingrediente fundamental,como no podía ser de otro modo, es el incienso puro u olíbano, de origen arábigo. Al mismo se le añaden varios tipos de ingredientes, todos ellos naturales. Por un lado los más especiales, como el benjuí almendrado, la vainilla, la mirra, el romero, el clavo, etc. Luego los que necesitan, además, un trabajo aparte y cuidado antes de ser añadidos. Este es el caso de las cáscaras de naranja,que debiendo ser de las amargas, pasan antes por una etapa de secado y cortado. Y finalmente, un ingrediente especial que tan solo se añade cuando está disponible en el mercado, que es el cisco de sándalo, que -precisamente- le da un toque característico.
Por supuesto, en esta mezcla es fundamental la proporción de cada uno de los ingredientes.
Este es, desde luego, uno de los atractivos de nuestra Hermandad, el llevar un olor propio y característico.
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| Foto: Daniel Vaquero Fornet |
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