miércoles, 7 de mayo de 2014

La Sagrada Mortaja y Santa Marina en los años 30

Como ya sabéis, comenté anteriormente que os hablaría de algunas Hermandades de Sevilla durante estos años de crueldad con la Iglesia y el catolicismo. Ahora os voy a hablar de lo que pasó con La Sagrada Mortaja y Santa Marina en los años previos a la Guerra Civil, cuando todavía se le llamaba la "Macarena Chica".

Un incendio accidental a través de una vela que quemó parte del sudario de tela que envolvía al Santo Cristo Descendido, afectando a la espalda de la talla, aunque afortunadamente pudo ser restaurado por Sebastián Santos, estando en el año 1.936 en el taller de este restaurador. Aunque parezca mentira, esto fue una "suerte" que ocurriera, ya que sería más grave lo que pasaría después... perdiéndose gran parte de Santa Marina.

La Sagrada Mortaja en Santa Marina (1.870).
Fuente: Las Cofradías de Sevilla en Blanco y Negro


Gracias a las relaciones que había entre los miembros de la CNT y hermanos de esta Hermandad, pudieron salvarse el resto de imágenes, ocultándose así previamente del incendio que asolaría poco después Santa Marina. Se reunían en una taberna que había en la esquina de Santa Marina y San Luis. Cuando las autoridades pedían la documentación a los anarquistas de la CNT, la intercesión de estos cofrades resultaba de gran ayuda. Estos individuos avisaron a la Hermandad del inminente asalto al Templo.

La Virgen de la Piedad fue custodiada en estos años por el Hermano Mayor Guillermo Serra Pickman, el cual era cónsul de Checoslovaquia. La talla fue custodiada en la Avda. Felipe II, 8. El resto del misterio se quedaron en la casa de Manuel Alarcón, en la calle Florida, 2, mientras que la Piedad fundacional y los ángeles del paso quedaron en casa de Francisco Sousa Peña, mayordomo de la Hermandad, en la calle San Luis, 9. El paso, que quedó guardado en un almacén que estaba al lado de Santa Marina, se salvó de los daños afortunadamente.



A partir del 10 de noviembre de 1.936, se asentarían en el antiguo Convento Santa María de La Paz, despidiéndose así de la Capilla donde residía desde su fundación en el siglo XVI. En Santa Marina, sobre la Corporación, se perdieron unas arañas de cristal, parte del Altar de Cultos, cuadros, el archivo, una pintura de la Piedad, un retablo-hornacina con una Cristo de talla y 30 túnicas, según el informe del prioste Francisco Sousa, que fue presentado a Cabildo General.

La Capilla de la Divina Pastora de las Almas, con una talla atribuida a Ruiz Gijón, así como su retablo y el lienzo que se encontraba allí también, de Alonso Miguel de Tovar (1.903), afortunadamente se salvarían del incendio. Unos hermanos, pasados unos días, fueron a las ruinas de Santa Marina, rescatando así a la talla y el cuadro. Fueron llevados al Hospital de Venerables Sacerdotes. 

Santa Marina después del incendio.
Fuente: pasionensevilla.tv

Una pérdida importante de Santa Marina fue el retablo mayor que vino de una desamortización del convento Casa Grande del Carmen, realizado por Francisco de Barahona, de estilo barroco. La Sacramental perdió su retablo y una imagen de la Inmaculada Concepción atribuida a Duque Cornejo, extinguiéndose así dicha Hermandad Sacramental junto al cierre del Templo.

Esta Iglesia fue la última en ser reconstruida. El 12 de diciembre de 1.981, el Cardenal Bueno Monreal concede el uso de la misma a la Hermandad de la Resurrección, aunque un incendio de origen desconocido ese mismo año, impidió su reapertura hasta el año 1.987, el 7 de abril. Así, contando el fortuito de 1.864, ha sufrido Santa Marina, en 150 años de historia, cuatro incendios. Este mismo año, a primeros de enero de 2.014, fue objeto de un  pequeño incendio en la puerta por parte de una joven. No hubo que lamentar daños, salvo una limpieza de hollín a las imágenes.

Santa Marina en la actualidad. Fuente: Sevillanadas
Sin duda, una triste historia la de esta Iglesia, la cual, esperemos que no tenga que volver a repetirse. A pesar de ser una de las que menos daños sufrieron en cuanto a patrimonio (imagínense las demás como San Marcos o San Julián, incluso daños personales...), sí es cierto que ha sido una de las más castigadas en el tiempo en la provincia de Sevilla. Espero que os haya gustado. Aquí os dejo un último vídeo del cortejo de La Sagrada Mortaja:




4 comentarios:

  1. No es cierto lo que dices sobre que Santa Marina fue una de las iglesias menos afectadas en cuanto a su patrimonio en el año '36, pues entre otras cosas perdió su magnífico retablo barroco que culminaba el altar y del que creo que queda alguna foto. Si entramos, podemos ver que la decoración es austera y algo escasa, debido precisamente al fuego que le prendieron. Por fortuna si se pudieron recuperar gran parte de los elementos arquitectónicos típicos del arte gótico mudéjar, para volver a levantarla. Lo que sí es cierto, es que fueron las iglesias de esa zona, conocida como el Moscú sevillano las que más daños sufrieron, como San Julián, San Marcos, Omnium Sanctorum o San Román donde de esta última, se perdió la antigua talla del nazareno de la hermandad de los Gitanos y que como Santa Marina también acabaron siendo pasto de las llamas.

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    1. Efectivamente, me refiero EN COMPARACION con otras Capillas. Claro que perdió un montón, irreparables todas, pero en otras como bien has citado antes, daba la casualidad de que había en estas un patrimonio mucho mayor. Lo del retablo creo que lo he citado.

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  2. Una pregunta a cerca del primer comentario, ¿por qué se conoció a esa zona del norte del casco histórico de Sevilla con el sobre nombre de Moscú sevillano? Muchas gracias.

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    1. Como bien dices, el Moscú sevillano, se corresponde a la zona norte del casco histórico de Sevilla con los barrios de la Feria, San Gil o San Julián. Se conoció con ese sobrenombre pues allí se concentró el grueso de la masa obrera y leal a la República.

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